jueves, 28 de agosto de 2008

jovencitas lesbianas

Ella había tenido orgasmos silenciosos por la presencia de su marido, y eso la calentó en demasía y yo estaba a punto de irme y ella lo sabía, así que intensificó el ritmo hasta que le llené el culo con semen y ella comenzó a estremecerse y yo me salí de ella y la di vuelta para besarla y decirle, es usted una señora que me sorprende, es genial cogiendo, ella me besó y me dijo, eres un pendejo y me desvirgaste el culo, pendejo de mierda.

Luego ella me pidió el baño para limpiarse y yo accedí, luego de limpiarse ella salió del baño y le dije, en realidad no se repetirá y ella me dijo, jamás, aunque me gustó, soy casada y no se porqué lo hice, la besé y la dejé en la puerta y desde ese día nunca más la vi, solo me quedó el recuerdo de esa tarde, su tanga la cual utilizo para recordarte.

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